top of page

Reseñas
Spiderman HomeComing

Marvel no da trae a la pantalla grande nuevamente al arácnido Peter Parker. Esta vez con diferente historia y lo mejor de esta propuesta es que estará en el mismo universo que los advengers; así que se vera involucrado tanto en tramas como de estas sagas.
Tom Holland se carga el metraje entero a sus espaldas y nos brinda, ahora juntos por fin, a Peter Parker y a Spiderman. El chaval es a Spiderman lo que Daniel Radcliffe a Harry Potter (pero actuando bien, claro). Tiene el físico, tiene el tesón, tiene la bondad innata: el carisma del muchacho es digno de elogio. De hecho, es admirable cómo en solo cinco minutos Jon Watts nos presenta al Spiderman definitivo. No se me ocurre un personaje más heroico que Peter Parker, y el filme es toda una oda al heroísmo. Al heroísmo, y al instituto. Es justamente ese el punto que me hace quitarme el sombrero. Una vez Steve Jobs dijo: “la gente no sabe lo que necesita… hasta que se lo muestras”. Y oye, qué razón tenía el hombre. La sensación que deja Homecoming es que el drama adolescente está muy, muy bien pensado. Era, a riesgo de sonar redundante, necesario. Necesitábamos al Peter adolescente tanto como necesitábamos al egocéntrico Tony Stark.
Para aquellos que ya empezamos a peinar alguna que otra cana, la sensación de empatía por el Peter adolescente es máxima. Soy de esos a los que Spiderman, de Sam Raimi, les cogió en el instituto. Y fue una experiencia increíble, el poder identificarme tanto con mi personaje de ficción favorito. Por ello, no puedo ni imaginarme cómo puede ser para un chico de 15 años el ir a ver Spider-Man: Homecoming. Mentira, sí que puedo.

EDITADO POR ERICK ROJAS
bottom of page